14 marzo, 2024

QUIERO

 



Quiero que me oigas, 
sin juzgarme.

Quiero que opines, 
sin aconsejarme.

Quiero que confíes en mi, 
sin exigirme.

Quiero que me ayudes, 
sin intentar decidir por mi.

Quiero que me cuides, 
sin anularme.

Quiero que me mires, 
sin proyectar tus cosas en mi.

Quiero que me abraces, 
sin asfixiarme.

Quiero que me animes,
sin empujarme.

Quiero que me sostengas,
 sin hacerte cargo de mi.

Quiero que me protejas,
sin mentiras.

Quiero que te acerques, 
sin invadirme.

Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten, 
que las aceptes y no pretendas cambiarlas.

Quiero que sepas, 
que hoy puedes contar conmigo. 

Sin condiciones.


Jorge Bucay

09 marzo, 2024

UN DEFECTO EN LA MUJER




Para cuando Dios hizo a la mujer, ya estaba en su sexto día de trabajo de horas extras.

Un ángel apareció y le dijo:  
-¿Por qué pones tanto tiempo en ésta?

Y El Señor contestó:  
- ¿Has visto mi Hoja de Especificaciones para ella?
Debe ser completamente lavable, pero no ser de plástico, tener más de 200 piezas movibles, todas cambiables y ser capaz de funcionar con una dieta de cualquier cosa y sobras, tener un regazo que pueda acomodar cuatro niños al mismo tiempo, tener un beso que pueda curar desde una rodilla raspada hasta un corazón roto y lo hará todo con solamente dos manos.

El ángel se maravilló de los requisitos.

- ¿Solamente dos manos? ¡Imposible!
- ¿Y este es solamente el modelo estándar?
- Es demasiado trabajo para un día. Espera hasta mañana para terminarla. 

- No lo haré, protestó el Señor. Estoy tan cerca de terminar esta creación que es favorita de mi propio corazón. Ella se cura sola cuando está enferma y puede trabajar días de 18 horas.

El ángel se acercó más y tocó a la mujer. 
- Pero la has hecho tan suave, Señor.

- Es suave, dijo Dios, pero la he hecho también fuerte. No tienes idea de lo que puede aguantar o lograr.

- ¿Será capaz de pensar? Preguntó el ángel.

Dios contestó:
- No solamente será capaz de pensar sino que también podrá razonar y negociar.

El ángel entonces notó algo y alargando la mano tocó la mejilla de la mujer.
- Señor, parece que este modelo tiene una fuga.
- Te dije que estabas tratando de poner demasiadas cosas en ella.

- Eso no es ninguna fuga, es una lágrima, lo corrigió El Señor.

- Para qué es la lágrima, preguntó el ángel.

Y Dios dijo:

- Las lágrimas son su manera de expresar su dicha, su pena, su desengaño, su amor, su soledad, su sufrimiento, y su orgullo.

Esto impresionó mucho al ángel. 
-Eres un genio, Señor, pensaste en todo. La mujer es verdaderamente maravillosa.

- ¡Lo es! La mujer tiene fuerzas que maravillan a los hombres. Aguantan dificultades, llevan grandes cargas, pero tienen felicidad, amor y dicha. Sonríen cuando quieren gritar. Cantan cuando quieren llorar. Lloran cuando están felices y ríen cuando están nerviosas. Luchan por lo que creen. Se enfrentan a la injusticia.

- No aceptan un no por respuesta cuando ellas creen que hay una solución mejor. Se privan para que su familia pueda tener. Van al médico con una amiga que tiene miedo de ir. Aman incondicionalmente. Lloran cuando sus hijos triunfan y se alegran cuando sus amistades consiguen premios. Son felices cuando escuchan sobre un nacimiento o una boda. Su corazón se rompe cuando muere una amiga. Sufren con la pérdida de un ser querido, sin embargo son fuertes cuando piensan que ya no hay más fuerza. Saben que un beso y un abrazo pueden ayudar a curar un corazón roto. Sin embargo, hay un defecto en la mujer: ¡Es que se le olvida cuánto vale!

Anónimo

04 marzo, 2024

HABIA UNA VEZ UN VIOLINISTA LLAMADO PAGANINI




Algunos decían que era muy raro.
Otros, que era sobrenatural.
Las notas mágicas que salían de su violín tenían un sonido diferente, por eso nadie quería perder la oportunidad de ver su espectáculo.

Una noche, el escenario de un auditorio repleto de admiradores estaba preparado para recibirlo.
La orquesta entró y fue aplaudida.
El director fue ovacionado.

Pero cuando la figura de Paganini surgió, triunfante, el público deliró. Paganini colocó su violín en el hombro y lo que siguió es indescriptible.
Blancas y negras, fusas y semifusas, corcheas y semicorcheas parecían tener alas y volar con el toque de aquellos dedos encantados.

De repente, un sonido extraño interrumpió el ensueño de la platea.
Una de las cuerdas del violín de Paganini se rompió.
El director paró.
La orquesta paró.
El público paró.

Pero Paganini no.
Mirando su partitura, el continuó extrayendo sonidos deliciosos de un violín con problemas.
El director y la orquesta, admirados, volvieron a tocar.
El público se calmó.

De repente, otro sonido perturbador atrajo la atención de los asistentes.
Otra cuerda del violín de Paganini se rompió.
El director paró de nuevo.
La orquesta paro de nuevo.

Paganini no.
Como si nada hubiera ocurrido, olvidó las dificultades y siguió arrancando sonidos imposibles.
El director y la orquesta, impresionados, volvieron a tocar.

Pero el público no podía imaginar lo que iba a ocurrir a continuación.
Todas las personas, asombradas, gritaron un oh! que retumbó por toda la sala.
Una tercera cuerda del violín de Paganini se rompió.
El director paró.
La orquesta paró.
La respiración del público paró.

Pero Paganini no.
Como si fuera un contorsionista musical, arrancó todos los sonidos posibles de la única cuerda quedaba en el violín destruido.
Ninguna nota fue olvidada.
El director, embelesado, se animó.
La orquesta se motivó.
El público pasó del silencio a la euforia, de la inercia al delirio.
Paganini alcanzó la gloria.
Su nombre perdura a través del tiempo.

El no es un violinista genial.
Es el símbolo del profesional que continúa adelante aun ante lo imposible.


Anónimo

28 febrero, 2024

LA LEYENDA DEL VERDADERO AMIGO

 




Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron.

El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.
El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.

Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.

Intrigado, el amigo preguntó:
- ¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió:
-Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.


Anónimo