29 julio, 2024

¿QUE ES LA RIQUEZA?



A dos grupos de personas se les hizo la siguiente pregunta:

¿Qué es la riqueza?

El primer grupo contestó de la siguiente manera:

Arquitecto: Tener proyectos que me permitan ganar mucho dinero.
Ingeniero: Desarrollar sistemas que sean útiles y muy bien pagados.
Abogado: Tener muchos casos que dejen buenas ganancias y tener un BMW.
Médico: Tener muchos pacientes y poder comprar una casa grande y bonita.
Gerente: Tener la empresa en niveles de ganancia altos y crecientes.
Atleta: Ganar fama y reconocimiento mundial, para estar bien pagado.

El segundo grupo contestó lo siguiente:

Preso de por vida: Caminar libre por las calles.
Ciego: Ver la luz del sol y a la gente que quiero.
Sordo: Escuchar el sonido del viento y cuando me hablan.
Mudo: Poder decir a las personas cuánto las amo.
Inválido: Correr en una mañana soleada.
Persona con una enfermedad terminal: Poder vivir un día más.
Huérfano: Poder tener a mi mamá, mi papá, mis hermanos, y mí familia.

No midas tu riqueza por el dinero que tienes, mide tu riqueza por aquellas cosas que no cambiarías por dinero.



Anónimo

24 julio, 2024

MENSAJE DEL DALAI LAMA




1.-Ten en cuenta que el gran amor y los grandes logros requieren grandes riesgos.

2.-Cuando pierdes, no pierdes la lección.

3.-Sigue las tres R:
Respeto a ti mismo
Respeto para los otros
Responsabilidad sobre todas tus acciones

4.-Recuerda que no conseguir lo que quieres, a veces significa un maravilloso golpe de suerte.

5.-Aprende las reglas, así sabrás como romperlas apropiadamente.

6.-No permitas que una pequeña disputa destroce una gran amistad.

7.-Cuando creas que has cometido un error, haz algo inmediatamente para corregirlo.

8.-Ocupa algo de tiempo cada día en estar solo/a.

9.-Abre tus brazos al cambio, pero no te olvides de tus valores.

10.-Recuerda, que a veces el silencio es la mejor respuesta.

11.-Vive una buena y honorable vida, así cuando seas mayor y mires atrás podrás disfrutarla por segunda vez.

12.-Una atmósfera amorosa en tu casa es el cimiento para tu vida.

13.-En discusiones con alguien querido, ocúpate solo de la situación actual, no saques a relucir el pasado.

14.-Comparte tu conocimiento, es una manera de conseguir la inmortalidad.

15.-Se considerado con la tierra.

16.-Una vez al año ve a algún lugar en el que nunca hayas estado antes.

17.-Recuerda que la mejor relación, es aquella en la que el amor por cada uno excede la necesidad por el otro.

18.-Juzga tu Éxito, según lo que has sacrificado para conseguirlo.

19.-Acércate al amor y a la cocina con osada entrega.



Dalai Lama

19 julio, 2024

UN GRANO DE CAFE




Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y como las cosas le resultaban tan difíciles, no sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejo hervir sin decir palabra.

La hija espero impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su Padre.

A los veinte minutos el padre apagó el fuego, sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente, sacó los huevos y los colocó en un plato, coló el café y lo puso en una taza.

Mirando a su hija le dijo:
- Querida; ¿Qué ves?
- Zanahorias, huevos y café -fue su respuesta.

Su padre la hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Al sacarle la cáscara, observó que el huevo estaba duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija preguntó:
- ¿Qué significa esto, Padre?

El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.

La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil, su cáscara fina protegía su interior líquido pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran los únicos, después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.

- ¿Cuál eres tú?", le preguntó a su hija.
- Cuando la adversidad llama a tu puerta", ¿Cómo respondes? Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?

Y cómo eres tú: Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?

Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? Posees un espíritu fluido, pero después de una muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido? 

 Por fuera te ves igual, pero eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido? ¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor.

Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tu reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.

¿Cómo manejas la adversidad?
Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?


Anónimo

14 julio, 2024

PARA TI




Que los PIES te lleven por el camino más largo hacia la felicidad, porque la felicidad son solo puntos en el mapa de la vida, y el verdadero disfrute está en buscarlos.

Que los OJOS reconozcan la diferencia entre un colibrí y el vuelo que lo sostiene. Aunque se detenga seguirá siendo un colibrí, y es conveniente que sepas, para que no confundas el sol con la luz, ni el cielo con la voz que lo nombra.

Que las MANOS se tiendan generosas en el dar y agradecidas en el recibir, y que su gesto más frecuente sea la caricia para reconfortar a los que te rodean.

Que el OIDO sea tan fiel a la hora del reproche, como debe serlo a la hora del halago, para que puedas mantener el equilibrio en cualquier circunstancia.

Que las RODILLAS te sostengan con firmeza a la altura de tus sueños y se aflojen mansamente cuando llegue el tiempo de descanso.

Que la ESPALDA sea tu mejor soporte y no la carga más pesada.

Que la BOCA refleje la sonrisa que hay adentro, para que sea una ventana del alma y no la vidriera de los dientes.

Que los DIENTES te sirvan para aprovechar mejor el alimento, y no para conseguir la tajada más grande en desmedro de los otros.

Que la LENGUA encuentre las palabras más exactas para expresarte sin que te malinterpreten.

Que las UÑAS crezcan lo suficiente para protegerte, sin lastimar a nadie.

Que la PIEL te sirva de puente y no de valla.

Que el PELO le de abrigo a tus ideas, que siempre adornan más que un buen peinado.

Que los BRAZOS sean la cuna de los abrazos y no camisa de fuerza para nadie.

Que el CORAZÓN toque su música con amor, para que tu vida sea un paso del universo hacia delante.


Anónimo

09 julio, 2024

YO ESTOY A LA PUERTA

 


Un hombre había pintado un lindo cuadro. El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas y mucha gente, pues se trataba de un famoso pintor, reconocido artista. Llegado el momento se tiró el paño que velaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso.

Era una impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo, con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de la casa alguien le respondía.

Todos admiraban aquella preciosa obra de arte. Un observador muy curioso, encontró una falla en el cuadro, la puerta no tenía cerradura y fue a preguntar al artista: -¡Su puerta no tiene cerradura! ¿Cómo se hace para abrirla?.

El pintor tomó su Biblia, buscó un versículo y le pidió al observador que lo leyera:
Apocalipsis 3, 20: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él y cenaré con él y él conmigo.

-Así es, respondió el pintor. Ésta es la puerta del corazón del hombre. Solo se abre por dentro.


Abramos nuestro corazón al amor, a Dios.
Cambiemos, aun estamos a tiempo.

Anónimo

04 julio, 2024

EL ELEFANTE ENCADENADO

 



Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales.

También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante.

Durante la función, la enorme bestia hacia despliegue de su tamaño, peso y fuerza descomunal pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas clavada a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra.

Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.

El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?
Cuando tenía 5 o 6 años yo todavía creía en la sabiduría de los grandes.
Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante.
Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: -Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Con el tiempo me olvide del misterio del elefante y la estaca y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:

El elefante del circo no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde muy, muy pequeño.

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró, sudó, tratando de soltarse y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él.

Juraría que se durmió agotado, y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía. Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no se escapa porque cree -pobre- que no puede.

Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás, jamás, intentó poner a prueba su fuerza otra vez.


Jorge Bucay